Quizás a algunos les causará sorpresa que el artículo de esta semana no sea un tema relacionado con el acontecer de la política nacional. Aclaro que no me aplicaron la mordaza, sino que simplemente en pocas horas específicamente el próximo domingo 27 de junio es el Día del Periodista y por tal motivo es esta reflexión.
Desde hace algún tiempo el ejercicio de esta bella y noble profesión se ha convertido en una enorme dificultad ¿los motivos? Son conocidos por todos: agresiones, demandas, imposibilidad al acceso de la información, insultos y hasta maltratos físicos. Siguen los tiempos duros pero allí están con sus únicas armas de siempre, la libreta, el bolígrafo, el grabador y el micrófono batallando para buscar la noticia del día a día.
Nuestra profesión sigue en la mira de muchos. Ahora se habla de periodistas de un bando y de otro. A unos los quieren y a otros los odian ¿Por qué tuvieron que dividirnos?
Esta situación nos ha llenado de fuerzas, porque los periodistas somos 100% actores sociales este es la responsabilidad que contraemos cuando obtenemos nuestro título, no existen compromisos ni con gobiernos y mucho menos con partidos políticos, sino con el pueblo y la sociedad que se hunden en la miseria y ven en nosotros la esperanza que algún día sus innumerables problemas tengan soluciones, no es porque tengamos una varita mágica sino porque somos los intermediarios entre ellos y las diversas autoridades gubernamentales que sí tienen el deber de atenderlos en sus necesidades.
Periodista no sólo es el que se dedica a buscar información y presentar las noticias. Es aquel que siente la pasión de serlo. Sufre por las injusticias. Respeta sus principios y lucha por la verdad.
Ser Periodista es comprometerse con el medio donde se ejerce, pero sin vender sus ideas. Es aquel que defiende la libertad de expresión e información y respeta a todos los ciudadanos sin importarle su ideología y está las 24 horas al servicio de la sociedad.
Al igual que años anteriores no celebraremos este día, tenemos mucho que reflexionar, porque la mordaza y la autocensura nos acechan. No hay miedo, los periodistas ahora estamos más unidos y dispuestos a seguir en la lucha por nuestros valores y principios. Seguimos en emergencia, pero sin olvidar que en cada rincón de Venezuela, esperan por nosotros para que digamos la verdad que algunos quieren ocultar. No nos callarán
El silencio no nos hará cómplices de lo que sucede en Venezuela
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