miércoles, 3 de diciembre de 2008

YO LA ENTREVISTE

ENTREVISTA A SOLAS CON VENEZUELA

Llovía a cántaros, la gente caminaba muy rápido, algunos con paraguas, otros no. Observaba todo…como siempre. Ella se me acercó y comenzamos hablar del mal tiempo, me dijo que aún con el sol incandescente, este estaba haciendo estragos en su vida… Soy Venezuela, aunque no lo creas y creo que encontré a la persona indicada para expresar mis pensamientos.

-¿Cómo te sientes?

-Muy mal, mis hijos, que no son todos los que han nacido de mis entrañas, es decir los venezolanos y los adoptados, que son de otras tierras, aunque igual los quiero, tienen in comportamiento errado conmigo. Son ciudadanos inconscientes, irrespetan las leyes, no tienen sentido de pertenecía. Cada uno piensa en sus intereses personales, se ha perdido la decencia, la humanidad y los valores.

Levantó su mirada al cielo como suplicándole a Dios que la ayudara. Suspiró y se quedó pensativa.

-¿Qué me dices de los políticos?

-Dios cuanto me han despreciado, tanto los de la cuarta como los de la quinta, son una cuerda de corruptos. No tienen ni la menor idea de cómo conducirme. No sé con que se come el Socialismo del siglo XXI. Huele a comunismo y no lo voy aceptar.

- ¿Te gusta más la democracia?

-El sistema no es malo, lo que ha pasado es que no han sabido gerenciar, aquí todo es un guiso, hay grupos que tienen mala intención y engañan a los más necesitados. Prometen cosas que nunca van a cumplir. Se burlan de todos en los mejores restaurants, en sus reuniones, campaneando un 18 años y así van consolidando la revolución bolivariana.

“Los que me gobiernan ahora hablan y hablan de socialismo y ni siquiera saben nada de él. Mi nombre está en tela de juicio, mis hermanos (otros países) me juzgan. Comentan no visites a Venezuela, ella tiene la inseguridad muy alta y los pueden matar. Igual dicen que los políticos me han desestabilizado y que cada día estoy peor. No mienten mis hermanos, mi calidad de vida se ha desmejorado demasiado, antes salía mucho en la prensa internacional. Dígame cuando el dólar estaba a 4.30, Dios! Que tiempos aquellos. Aunque aún hablan bien de mí cuando una de mis hijas va a los concursos de belleza a representarme, pero esto no me llena.”

Nuestra conversación se interrumpió por un momento pasaba por la calle un grupo de personas protestando por la falta de viviendas. Venezuela los miró, su silencio me decía que estaba molesta, no se movía; una lágrima rodó por su rostro. ¿Qué te pasa? le pregunté “es injusto lo que estoy viviendo, tengo mucho petróleo, genero tanto dinero y aquí no resuelven nada, fíjate en esta pobre gente, salen a la calle pidiendo algo que realmente les corresponde. Pero en Cuba, Bolivia y pare Ud., de contar si construyen las troncos de casas de Petrocasa ¿Qué broma no?

-¿Qué le dirías a Chávez si lo tuvieras de frente?

-Ya basta de tanto odio, necesito paz. No sé realmente lo que quiere él, algunas cosas las ha hecho bien, pero en otras sigue improvisando, esto no puede seguir así Hugo Rafael, acuérdate de algo, los políticos pasan y el pueblo queda.

“Diariamente yo sigo recibiendo golpe tras golpe, estás rodeado de incapaces e intolerantes. Sigues excluyendo… sigues insultando. Hasta cuándo tanto resentimiento. ¿Por qué me odias tanto? No sabes el daño que me estás haciendo.

Las horas transcurrían lentamente, sentía por momentos que no quería seguir la conversación, a veces se quedaba en silencio, pero luego reaccionaba “cada vez soy más pesimista, me cuesta ser optimista cuando veo que hay un engaño constante hacia un pueblo que tiene aún esperanzas. No quiero perder la fe, les pido paciencia y traten de no llegar a la violencia”.

-Hugo Rafael si tanto crees en Dios como dices pídele que te ilumine para tomar decisiones que me favorezcan, si te sientes incapaz de sacarme adelante es mejor que me dejes en paz.

-¿Con cuál de las dos Venezuela estoy hablando con la de verdad o la de mentira?
-Otro cuento más… Yo soy una sola, la de todos, la irrespetada. ¿Por qué ahora me quieren dividir? Soy única. Esto es lamentable.

Se tomó un “guayoyito” y se despidió: “perdona haber utilizado parte de tu tiempo, pero necesitaba desahogarme y te encontré a ti.” Ella se fue a paso lento no le perdí la mirada hasta que se montó en un autobús, yo me quedé pensando en todo lo que me dijo, reflexionando sobre cada una de sus palabras. No sé si me lo creerán, pero yo entrevisté a Venezuela, la única.

1 comentario:

Gabrielle :: P dijo...

Ud. me hizo llorar, es increíble la tristeza que sentí cuando leí las palabras que Venezuela expresó, creo que pude experimentar su dolor por 8 segundos y sinceramente no podría soportarlo mucho más que eso.

Luz & Bendiciones.
Paz

G